13.11.05

Turista accidental



Una imagen vale más que mil palabras, sobre todo cuando es absurda, ya que permanece más imborrable que los escritos. Y esa es la que nos proporciona la vicepresidenta De la Vega, cual turista accidental en viaje relampago al Vaticano, para replicar contra la manifestación del 12-N contra la LOE, apoyada por la Iglesia Católica. Replicar o hacerse la foto cual "vacaciones en Roma" para la contraprogamación mediática afín, es introducir el más bello fémur en el barro. La pirámide partidaria culminada por Zapatero, donde manda capitán no manda marinero, inculca valores incapaces de conocer el funcionamiento de la Iglesia de Cristo.

Que se dió un viaje para al final comprobar, que la Iglesia no es el ordeno y mando de la Cúpula Vaticana, nos lo confirma -como no podría ser de otra manera- el secretario de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino: "la entrevista mantenida por la vicepresidente primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el secretario de Estado Vaticano, Angelo Sodano, no tuvo contenido concreto y, según dijo, en Roma remitieron a la representante del Gobierno español a dialogar con la Conferencia Episcopal".

La iglesia no se mueve de su sitio, y dialoga, sigue el mensaje divino: buscáme y me encontrarás. Pero no tan lejos. Al menos la Fontana de Trevi le habrá servido a De la Vega, para echar la moneda de los deseos. Deseos que esperamos se cumplan, siempre y cuando no sean los del fracaso de la manifestación del 12-N. Al ser imposible, por ser su éxito rotundo, como paso previo para la retidada de la doctrinal y totalitaria ley.