El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha preparado una Instrucción reguladora de las competencias de las fiscalías delegadas. Introducirá una de Vigilancia Penitenciaria y otra de Delitos Económicos independiente de la Fiscalía Anticorrupción. Lo que desde la teoría está muy bien, lo contradice la práctica observada en estas "actuaciones delegadas" por la unidireccionalidad de los gobiernos de turno. Argumentando que coordinará la unificación de criterios en materia de delitos fiscales, societarios e insolvencias punibles, la biblia fiscalizadora tiene donde practicar y sin embargo calla. Cuando media España mira para otro lado ante los famosos tres por ciento denunciados en el Parlamento catalán, nada se supo de tal fenomeno al que ahora se le suma el nuevo interés del tres por ciento.
O viejo, interés condonado a fondo perdido. O fondo ganado. O quién sabe. Pero lo que está claro que el prestamo "Montilla" definido por don Alfonso, a nadie se lo dan. La función de los fiscales es incentivar la investigación en la persecución del bien social, por lo que con sólo que uno de ellos se interese por un préstamo igual comprobará que no se lo dan. O sí como al PSC, quién sabe, es cuestión de la combinación de variables aleatorias. Los norteamericanos nos cuentan en su cinematografía, como los fiscales persiguen aquellos delitos que reprueban los ciudadanos, condicionados por su reelección directa y democrática por ellos mismos. Cabría argüir, una de dos: o a los ciudadanos no les interesa o ven normal este tipo de prácticas "tresporcentuales"; o dos, que las instituciones al ser digitales, o no democráticas , el pueblo convive en este estado de cosas con suma resignación.
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O viejo, interés condonado a fondo perdido. O fondo ganado. O quién sabe. Pero lo que está claro que el prestamo "Montilla" definido por don Alfonso, a nadie se lo dan. La función de los fiscales es incentivar la investigación en la persecución del bien social, por lo que con sólo que uno de ellos se interese por un préstamo igual comprobará que no se lo dan. O sí como al PSC, quién sabe, es cuestión de la combinación de variables aleatorias. Los norteamericanos nos cuentan en su cinematografía, como los fiscales persiguen aquellos delitos que reprueban los ciudadanos, condicionados por su reelección directa y democrática por ellos mismos. Cabría argüir, una de dos: o a los ciudadanos no les interesa o ven normal este tipo de prácticas "tresporcentuales"; o dos, que las instituciones al ser digitales, o no democráticas , el pueblo convive en este estado de cosas con suma resignación.
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http://www.estrelladigital.es/051117/portadas/cartas.asp
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