Andan diciendo por ahí que no se puede dejar al terrorista De Juana que se convierta en mártir. Desde luego que desde el punto de vista religioso de la palabra no lo podrá ser nunca, por lo que sólo quedaría la acepción de aquel que muere o padece mucho por otras causas, que tampoco. Por que esa muerte o padecimiento tendría la única causa del suicidio voluntario, personal e intransferible, al que habría que añadir el empeño de que esto no suceda por la alimentación forzosa dictada por la justicia. Héroe, la verdad es que para cualquier grupo que exalta el totalitarismo puede serlo para ellos, con sólo ver al asesino múltiple con el puño en alto en su cama, mientras le ha echado un pulso al Estado de Derecho con su huelga de hambre. Icono de los carteles que ahora pululan por los ámbitos proetarras, es la prueba gráfica de esta heroicidad.
Pero lo que nadie se preocupa es de la condición de okupa de José Ignacio De Juana. Si un preso medio cuesta al año más de 20.000 euros, este no únicamente es más costoso. No. Además quita espacio y camas en los espacios sanitarios que utiliza por decisión personal. El Hospital Doce de Octubre está sufriendo las disfunciones por el internamiento del preso De Juana, por el enorme espacio que ocupa y las medidas de seguridad que Interior está llevando. Consecuencias, que según fuentes hospitalarias más de setenta pacientes de Urgencias no tienen cama en el hospital. Perjudica hasta a personas que no podrán ser atendidas por enfermedad o urgente necesidad sanitaria. O sea, un okupa hospitalario de alto estanding. "Héroe" , por veinticinco poderosas razones, que son cada una de las veinticinco víctimas por su directa causa. Estos veinticinco si que son mártires, auténticos mártires de la democracia. El terrorismo etarra el autentico okupa de la democracia, pretendiendo ser Estado dentro del Estado.
José Carlos Navarro Muñoz
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